A todos nos cuesta delegar
A la mayoría de los empresarios, la palabra “Delegar” nos asusta igual o más que “decir la verdad” a los políticos.
¿Por qué es así?
En primer lugar, por el hábito que nos creamos nosotros mismos al empezar un negocio desde cero.
Pocos empresarios arrancan con un «budget» lo suficientemente alto, como para poder contratar enseguida unos cuantos secretarios o profesionales del sector. Esto nos convierte en una especie de multiempleado, siendo el resolvente en vez de empresario.
La situación, suele alargarse más de lo debido y los seres humanos, somos animales de costumbres. Al final del recorrido, tenemos la gran impresión, de que nadie más sería capaz de gestionar las tareas mejor que nosotros mismos o al menos estar a la misma altura, aunque se trate de gestiones básicas.
Acabamos con un negocio estancado, porque la mayor parte de nuestro tiempo la dedicamos a tareas del día a día y ni siquiera nos paramos a pensar en un posible crecimiento de nuestra empresa.
¿Te suena?
Entonces, es hora de que te preguntes a ti mismo: ¿Quiero seguir estancado o quiero que mi negocio vaya creciendo?
Si tu respuesta a la segunda parte de la pregunta es “Sí “. Enhorabuena! Acabas de tomar una decisión, me atrevo a decir, que correctísima y eso en un principio es lo más importante.
Empieza hoy mismo
Ahora toca trabajar en esa decisión. Delegar de una manera eficiente cuesta un poco al principio, pero en realidad no es nada complicado. Simplemente hay que tener en cuenta ciertos puntos y el resto, cómo pasa con todo lo demás, se aprende con la práctica.
Si te gustaría saber más sobre este tema, te invitamos a que te descargues nuestra Guía: 10 Consejos sobre cómo delegar con éxito y no morir en el intento, dónde te comentamos las mejores prácticas, que deberías seguir en cuanto decidas tirarte a la piscina de esta habilidad tan necesaria en el mundo de los negocios.
Y Recuerda:
Puedes lograr todo lo que quieras, en cuanto dejes de hacerlo todo